lunes, 23 de marzo de 2020

PAPIROFLEXIA


Estos días en los que no podemos salir de casa son una gran oportunidad para rescatar prácticas que, con la carga diaria de actividades,  vamos dejando en el baúl de los recuerdos. 
Quién me iba a decir que iba a disfrutar de nuevo con la papiroflexia. Me acompañó desde la juventud, mucho antes de comenzar mi actividad profesional. Aún recuerdo aquel libro de origami que regaló una amiga japonesa a mi hermana y las visitas  a las librerías y bibliotecas buscando manuales. 

Una actividad con grandes virtudes educativas que siguió conmigo durante años en el aula: mejora la psicomotricidad fina, la concentración, aumenta la tolerancia hacia la frustración, desarrolla la creatividad y la  estética, se disfruta de uso lúdico y placentero, mejora la memoria, facilita la interpretación de textos y diagramas,  la comprensión de conceptos geométricos y de la secuenciación, entre otras cosas.
Una afición muy recomendable... y econónimca :-)