El haber vuelto a la práctica de la lucha del garrote, de la mano de Isaac Rodríguez, me ha llevado al aprendizaje del tolete con Jorge Domínguez, su rescatador, y quien fue mi maestro de lucha del garrote durante años, allá por los ochenta-noventa. Como suele pasar en las experiencias que tienen un alto componente emocional, las relaciones humanas son un aspecto importante en el estudio de una actividad tan ligada a tus ancestros: recuperas antiguas amistades, como Carlos Barrera..., profundizas con las que has seguido en contacto (José Alberto...), disfrutas de nuevos nombres: Samuel, Aníbal, Roberto... Que te hacen crecer como persona a la vez que sientes que contribuyes a la difusión y conservación de un saber que, gracias a la labor de Jorge, no se ha diluido en el olvido.
El tolete canario es una modalidad deportiva y de defensa canaria que emplea un palo corto y fuerte, de 50 a 90 cm de largo y que llena la mano. Se sujeta por el centro con una mano para golpear y defenderse con los dos extremos.
Esta práctica fue frecuente en el archipiélago aunque su práctica fue oculta al tratarse de una herramienta muy contundente y peligrosa. Así, la palabra tolete dio lugar a las expresiones “le dieron un toletazo o una toletiada”. Como comenté antes, su rescate ha sido posible gracias a la labor iniciada a finales de los 80 por el investigador Jorge Domínguez Naranjo, tanto en Canarias como en zonas de emigración de la población isleña.
Se encuentran reminiscencias de esta arma a lo largo del norte de África, yacimientos (palos cortos y afilados en los extremos) y en los cronistas, que describen armas cortas que se agarraban por el centro entre los antiguos canarios.
Su práctica implica una posición del cuerpo fechada de frente, empleo de recorridos amplios y juego de piernas para entrar y salir de la distancia corta. Las técnicas son ofensivas con la finalidad de atacar y contratacar buscando la mano del oponente que sujeta el arma, los antebrazos, codos, cara, rodillas, etc. Se evitan los bloqueos y “espadeos” por medio de topes, esquives, desvíos y vacíos.
Un deporte muy recomendable que nos lleva a la riqueza cultural de las islas y su conservación.