Lo importante es que suponen un antes y un después por algún motivo: una enseñanza dada, un recuerdo establecido, una emoción recordada, una situación revivida, una ayuda desinteresada, una mano en la espalda en momentos difíciles o un hombro en el que desahogarse. Lo curioso es que esa persona "importante" puede que ni siquiera sea consciente de ello, que no sepa lo que supuso ni la gratitud o el afecto que despierta en ti. Puede que, en ocasiones, nosotros tampoco las reconozcamos en un primer momento y que solo el paso del tiempo nos haga conscientes de su presencia en nuestros recuerdos.
Pues, de la misma manera que debemos dar un "te quiero" o mostrar el afecto por alguien, digámosle lo que ha supuesto en nuestra vida. Contémosle cómo aquella anécdota o aquellas palabras quedaron grabadas o lo que supuso ese apoyo en un momento determinado. Evitemos que se vaya con nuestros recuerdos sin compartirlo con quien estuvo allí.
¡¡Por quien ha sido "importante" :-)